La preeclampsia es una complicación que puede suceder durante el embarazo y se caracteriza por niveles elevados de presión arterial, pudiendo afectar alrededor del 5% de las embarazadas.
Si bien es un desorden poco frecuente, su desarrollo puede ocasionar consecuencias indeseadas para la salud materna y del bebé en desarrollo.
Según los señala un nuevo estudio estadounidense, el consumo de fibra antes y durante los primeros meses de embarazo contribuye a reducir el riesgo de preeclampsia.
Aumentar la ingesta de fibra en unos 5 gramos por día, lo cual equivale a comer dos rebanadas de pan integral, disminuiría en un 14% el riesgo de desarrollar la enfermedad durante la gestación.
Los investigadores evaluaron el consumo de fibra en 1538 embarazadas durante un período de 3 meses antes del embarazo y durante la primera etapa de gestación. Del total de las mujeres evaluadas, 64 desarrollaron preeclampsia.
Las mujeres que consumieron un total de 21.2 gramos de fibra diaria tenían un 67% menos de probabilidades de sufrir la enfermedad que aquellas que consumieron 11.9 gramos de fibra por día.
La relación entre el mayor consumo de fibra y el menor riesgo de preeclampsia se mantuvo aún después de considerar otros factores relacionados, como son el consumo total de calorías, la edad materna, la etnia, la cantidad de embarazos y el peso antes de la concepción.
Por otro lado, la ingesta elevada de fibra no sólo reduce el riesgo de preeclamsia sino que mejoró los valores en sangre de triglicéridos y colesterol LDL.
Es decir, consumir fibra en proporciones adecuadas puede beneficiar grandemente nuestra salud no sólo durante el embarazo, sino también, a lo largo de toda la vida.
Podemos incrementar el consumo de fibra cambiando los cereales comunes por integrales, incorporando más frutas y legumbres, así como ingiriendo más verduras crudas o semillas.
Fuente: nutriguia.com
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