Los beneficios del consumo moderado de vino ya están siendo indiscutibles debido a la gran cantidad de estudios que han confirmado sus efectos positivos sobre diferentes parte de nuestro cuerpo.
Esta vez, los neurólogos que han participado de la jornada «Neurología y Vino» en Madrid señalan que el consumo moderado de ésta bebida alcohólica puede ejercer un efecto beneficiosos sobre el cerebro.
No sólo puede reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares, sino que el consumo moderado de vino puede prevenir el deterioro cognitivo.
Al parecer, el componente de alcohol del vino, así como sus características organolépticas, liberan en el cerebro una serie de sustancias que crean la reacción de placer y el sentimiento bueno en este caso.
Así, el cerebro guarda en su memoria estas sensaciones gratificantes que en el futuro podrá identificar y diferenciar sabores y olores, así como relacionarlos con sentimientos positivos.
En estas reacciones de placer se encuentra involucrada la liberación de dopamina que crea el efecto positivo y la sensación gratificante en recompensa a algo luego de beber vino.
Los neurólogos no dejan de lado los efectos distintos que origina el consumo de vino dependiendo de su cantidad. Así, el consumo de entre 6 y 14 copas por semana ocasionan el índice de mortalidad más bajo, según anteriores investigaciones. Pero a partir de aquí, cuando el consumo se incrementa, también los hace el riesgo de muerte.
Entonces, como decimos siempre, sólo optemos por beber vino si sabemos decir basta luego de servir la segunda copa, ya que la línea que separa sus peligrosos riesgos de sus grades beneficios es muy delgada y sólo depende de nosotros limitar su consumo.
Fuente: nutriguia.com
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