Se espera que la mitad del mundo sea hipertenso para el 2025

HipertensionEn la actualidad la hipertensión es una de las enfermedades cardiovasculares más comunes, y quizá por esta razón la población la considera una patología frecuente y de menor gravedad que lo que verdaderamente es.

Sin embrago, las estadísticas muestran un avance desmedido en su incidencia, a tal punto que se estima que dentro de 15 años alrededor de la mitad del mundo será hipertenso.

El incremento progresivo en las cifras de hipertensión arterial se debe a el estilo de vida actual que conjuga dos de sus principales factores causales, el sedentarismo y la mala alimentación.

A este paso, para el 2025 la hipertensión se convertirá en un grave problema de salud pública si no se toman medidas para revertir al situación.

Aunque se observa un incremento mayor en países desarrollados, el estilo de vida se está homogeneizando en todas partes del mundo, y la mala alimentación, la inactividad física y el estrés persistente conforman, en conjunto, un «cóctel explosivo» desencadenante de la patología, principal causante de eventos cardiovasculares.

El doctor Luis Miguel Ruilope, presidente de la Sociedad Española de
Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión
Arterial (SEH-LELHA), considera que dada la envergadura del problema y con la finalidad de reducir el número de fallecimientos que suceden como consecuencia de la enfermedad, es necesario aunar fuerzas para poner en marcha la «Declaración sobre estrategias de futuro en política sanitaria para prevenir y controlar la hipertensión arterial».

Se considera que una persona padece hipertensión cuando las cifras de tensión arterial superan los 140/90 mmHg. Sin embargo, cuando ante un control de su presión arterial se registren cifras de 130/89 mmHg, estamos ante la presencia de prehipertensión y por ello, se deben iniciar acciones para revertir la situación y prevenir la futura enfermedad.

El ejercicio físico contribuye grandemente a la reducción de la presión arterial debido a que permite una mayor oxigenación y mejora la circulación sanguínea. Además, al aumentar la liberación de endorfinas (hormonas relacionadas a la felicidad), alivia el estrés y con éste la hipertensión.

Por otro lado, la alimentación es otro de los pilares fundamentales en el tratamiento de la hipertensión, ya que reduciendo el consumo de alimentos salados y la utilización de la sal de mesa, se regularizan los valores de presión arterial, lo mismo ocurre si se reduce el peso corporal.

Profesionales, autoridades y pacientes en conjunto tienen en sus manos la posibilidad de que esta enfermedad no se constituya en un epidemia global de aquí a 15 años.

Fuente: yahoo.com
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